"Hace mucho mucho pero que muchos años en una remota aldea mediana convivian todas las razas
medianas en paz y armonía. Los Kender eran y son una raza dentro de la especie de los medianos. Los kenders son tan pequeños
que se nos antojarían niños humanos de no tener la musculatura más recia. Son ajenos al miedo, curiosos en un grado insaciable,
inquietos e independientes y aficionados a adueñarse de todo aquello que no esté atado y claveteado, aunque si poseen unos
alicates también se embolsarán tales objetos. Esa obsesión por adueñarse de las cosas es el desencadenante de esta historia...... "
Todo estaba preparado segun las costumbres con un detalle de perfeccion propio de los medianos, los vastos
jardines que rodeaban a la aldea habian sido decorado con farolillos de de multiples colores, los arboles vestidos con telas
aterciopeladas, cuyas ramas sujetaban candelabros de madera que servian de soporte a unas velas de color azul, el altar estaba
situado en la parte central del jardin, todo dispuesto para la celebracion del rito sagrado del Jupak, ( arma especial de la raza,
diseñada y blandida en exclusiva por los kenders, son ellos quienes tienen la estatura idónea para usarlo.Podría decirse que es una
combinación de bastón y honda) en el cual se ofrecia dicho artefacto a su creador mediante canticos y rezos ceremoniales
*Una hora antes del comienzo de la celebracion*
-Mio, está sera mi manera de vengarme de los medianos, jajajaja. -dice la criatura nauseabunda. *oculto en un recobeco bajo las
raizes de uno de los arboles decorados con su mirada clavada en el Jupak sagrado*
Mientras tanto Priscila, una mediana Kender de 79 cm de estatura y 19,5 kg de peso, cabello largo y dorado, ojos minusculos de
color castaño, buscaba setas que su madre le habia encargado y lo hacia cantando:
" Podéis buscar sin cesar,
dejar seca la ciudad,
la mejor cerveza la hallaréis
en el pueblo que nos vio nacer.
En el pueblo que nos vio nacer.
¡El pueblo que nos vio nacer!
Vuestra cerveza tendréis,
es la que os dio la suerte,
pero a los valientes les serviréis...
pero a los valientes les serviréis,
¡la del Dragón Verde!"
Cuando derrepente vio a la criatura nauseabunda acercandose con sigilo al altar y apoderandose del Jupak sagrado.
-Detente!!!!.- dijo Priscila. *tira el canasto lleno de setas echando a correr detras del impostor*
-Arrrrrggh arrrrgh..... miiiiiiiio.- la criatura nauseabunda.
La persecución fué espectacular , si bien Priscila poseia una velocidad asombrosa propia de los Kender, esa criatura a la que
perseguia tambien. Carreras, saltos y forcejeos a una velocidad fuera de lo comun, dificil de seguir para los ojos humanos, entre
los arboles y el jardin elegidos para la ceremonia. Duró unos 10 minutos, pero vaya 10 minutos de pura locura y vértigo, finalizando
con un tropiezo de nuestra protagonista en una lasca que sobresalia en uno de los bordes del altar golpeandose en la cabeza al
caer. Priscila quedo insconsciente y la criatura nauseabunda se escapó.
*al cabo de un rato los medianos empiezan a llegar para rendir culto en su sagrada ceremonia al Jupak *
-Lo han robado!!! tragedia!! lo han robado!!!!.- gritaban algunos medianos presentes.
-Pero mira quien es.- decian otros. *señalando a Priscila*
-Ella fue quien lo hizo.- Dijo el Jefe de los medianos *dando un paso al frente*
El jefe se acercó al altar donde se hallaba Priscila y la despertó bruscamente.
-Confiesa ladrona, donde lo tienes.- el jefe enojado.
-Y...o... no ... lo ten..go.- respondio Priscila.
-Mentira mentirosa tu lo robastes!.Kender ladrona!- otras voces la acusaban.
-Si no fuistes tu, tu estuvistes presente, tu conoces la identidad de quien se lo llevó, encuentrale y no vuelvas hasta que no -puedas traer contigo el Jupak sagrado.- impuso el jefe mediano.
Desde entonces Priscila desterrada de su aldea vaga por las vastisimas tierras heraldicas buscando a la criatura culpable de su
destierro.